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La teoría del valor-trabajo de Marx

Para empezar a lidiar con autores que piensan diametralmente lo contrario que pensamos nosotros, es importante no subestimarlos. ¿Quién puede dudar de la erudición de Lenin, del carácter visionario de Keynes o del talento literario de Sartre?

Los cuatro precios del mercado

En una orden de mercado no te importa el precio, sólo quieres comprar o vender el bien de manera instantánea, en cambio, en las órdenes limitadas se indica la posición (comprador o vendedor) con precisión del precio máximo o mínimo que se está dispuesto a aceptar, con independencia del lapso de tiempo que le tome a esta orden encontrar la contraparte.

La Ilustración ha muerto. ¿Descanse en paz el liberalismo? (I)

El hombre, en su estado natural, y privado de referencias trascendentes que le ayuden a ordenar su vida y su acción, es un ser alienado, encadenado a sus propias pasiones, sujeto a fuerzas y poderes que no comprende ni puede controlar, y que tampoco puede resistir ni combatir, y que depende de la benevolencia, del criterio e incluso del permiso de los nuevos chamanes para proyectar su acción en el mundo.

Más allá de la banalidad del mal

Vivimos en un mundo descreído, con dioses creados a merced de los que mandan. Los demás somos borregos, atontados y cobardes, incapaces de mirar y confrontar. Y mientras desde pequeños nos imbuyan de planteamientos aberrantes, o de simple relativismo moral, escenas como las de Eichmann o Siria seguirán apareciendo, cada vez con más asiduidad.